Maravillas del Disfrute: Una Clase de Milagros {{ currentPage ? currentPage.title : "" }}

Entre los principales estilos de Un Programa de Milagros se encuentra la noción de perdón. La clase enseña que el perdón correcto es lo importante para la paz interior y el despertar a la naturaleza divina. Según sus enseñanzas, el perdón no es simplemente un entrenamiento ético u honesto sino un cambio elemental de percepción. Implica dejar de lado los juicios, los problemas y la creencia en el fracaso y, en cambio, ver el mundo entero y a uno mismo a través del contacto del amor y la aceptación. Un Curso de Milagros enfatiza que el perdón correcto conduce a la aAceptación de que normalmente estamos interconectados y que la separación unos de otros es definitivamente una ilusión.

Otro aspecto importante de Una clase de milagros es su fundamento metafísico. El curso presenta una visión dualista de la verdad, distinguiendo entre la confianza, que un curso de milagros muestra divorcio, ansiedad e ilusiones, y el Espíritu Santo, que simboliza el disfrute, la realidad y la guía espiritual. Implica que la vanidad es el origen del sufrimiento y del conflicto, mientras que el Espíritu Sagrado proporciona un camino terapéutico y de despertar. El objetivo del curso es ayudar enormemente a las personas a superar la percepción restringida del ego y alinearse con la guía del Espíritu Santo.

Una clase de milagros también presenta la idea de los milagros, que se reconocen como cambios de percepción que provienen del anfitrión hacia el amor y el perdón. Las maravillas, en ese contexto, no son funciones sobrenaturales sino experiencias donde las personas ven la realidad en alguien más allá de sus vanidades y limitaciones. Estas actividades pueden ser tanto personales como sociales, a medida que las personas llegan a darse cuenta de su carácter divino y del carácter divino de los demás. Los milagros se consideran el resultado orgánico de la formación de las enseñanzas del curso.

El curso profundiza más en la forma de hogar, proponiendo que el verdadero hogar no es el orgullo sino la cualidad divina interna que está más allá de las ilusiones del ego. Implica que la confianza es en realidad un yo falso que hemos construido centrado en la ansiedad y el divorcio, mientras que el hogar real está conectado para siempre con lo celestial y con toda o parte de la creación. Por lo tanto, Un Curso de Milagros enseña que nuestro objetivo final es tener presente y realizar nuestro hogar correcto, dejando ir las ilusiones y los miedos del ego.

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